miércoles, 22 de julio de 2009

MIRARSE EN EL ESPEJO


Después de ducharse al limpiar el vaho del espejo, se miro fijamente durante largo rato, en ese momento se dio cuenta de que ya no era aquella niña ingenua e ilusa que fantaseaba con llegar a ser una buena profesora, casada con un buen hombre y quien sabe si con algún hijo. No ella seguía viviendo en casa de sus padres, por cosas de la vida no había podido realizar su gran sueño de trabajar de lo que más le ilusionaba el poder enseñar, llevaba tiempo trabajando de distintas cosas, y cuando podía lo compaginaba con algún que otro curso. Respecto a sus amigos aquellos que contaba con una sola mano, por los mismos temas que ella, habían ido desapareciendo y rehaciendo sus vidas en otras ciudades. Sí al principio tenía contacto, con el tiempo se fue perdiendo, cierto es que iba conociendo gente nueva en los trabajos, en los cursos…… pero no era lo mismo, no eran esos amigos con los que puedes hablar para desahogarte en momentos difíciles y lo que es más importante que te escuchen, solo escucharte como te desahogas sin decirte nada hasta el final.
En ese momento ella pensaba que estaba por completo sola, de que las relaciones que había tenido hasta ese instante con el sexo opuesto, solo habían sido eso relaciones vacías. Por su rostro empezaron a caer lagrimas, estuvo un rato llorando en silencio, algo que solía hacer cuando alguien de su familia se encontraba en casa, pero en este momento solo estaba ella, así que después de llorar en silencio, empezó a gritar, a desahogarse con toda su alma, como algún tiempo atrás, cuando aquel primer amor, por el que lloro durante un largo periodo, y él que le abrió los ojos para darse cuenta de que no merece la pena llorar por nadie. Pero esta vez no lloraba por eso sino por su mirada en el espejo, ese reflejo de ella misma, de cómo le iban las cosas en su vida, de a donde estaban encaminadas, de ese camino que estaba tomando, sin saber muy bien si hasta ahora todo lo que había ido haciendo, merecía la pena o le habrían servido de algo o simplemente era una perdedora. Dejo de llorar, se volvió a mirar fijamente y se dijo a si misma, a partir de ahora las cosas van a cambiar, que ya no sería el segundo plato de nadie, que buscaría un trabajo mejor, que todo desde ese instante daría un giro de 180º para no volver a mirar atrás, se lavo la cara con agua fría, salio del cuarto de baño se vistió, y empezó a ser de nuevo aquella niña pero con nuevos y distintos sueños, ya no pensaba que para ser feliz, había que trabajar de lo que siempre deseo, o tener al hombre de sus sueños, no esta vez sabía que para llegar a serlo bastaba con estar bien del todo con uno mismo, saber lo que se quiere y que a veces se tienen que cambiar unos sueños por otros, fue así como empezó esta nueva etapa de su vida, sin saber del todo hacía donde la iba a llevar y sin saber si merecería la pena o otra vez se habría equivocado, pero si sabiendo que uno mismo es el que tiene que cambiar las cosas cuando no marchan bien, no esperar a que las cambien otros por ti.
Soledad

8 comentarios:

Samantha dijo...

Tienes toda la razón! Es uno mismo el que tiene que cambiar el mundo, nadie nos va a regalar nada :)

FAIL dijo...

Me gustó tu entrada. Una mujer con coraje.
Ah y la foto es preciosa

Besos

Liz Marin dijo...

hay q ser asi una mujer con coraje y fuerza


besitossss

Arwen dijo...

Me ha encantado Soledad, hay que saber enfrentar la vida y abrirse a nuevos retos, besitos cielo

Unknown dijo...

Soledad, siempre me tocan tus palabras haciendo que empiece una conversación interna...silenciosa. Recuerda lo que descubriste frente al espejo cada día, después de cada ducha...un beso!

Anónimo dijo...

si llorar por alguien mas te desgasta, llorar por sentirse uno mismo miserable, debe ser aun peor... que terrible, pobre mujer!... =0S

menos mal que habia un espejo cerca y pudo ver mas alla de lo reflejaba.
Lindo escrito... Saludos!

marichuy dijo...

Soledad

Què dificl "mirarse" en el espejo; pero mirarse en serio "verse" tal cual y asumir que antes de pedir al otro, los otros o a la vida, que cambien... primero debeos hacerlo nosotros.

Tu nombre, que tantas resonancias tiene, empata muy bien con la esencia de mi relato en Escribidores y Literaturos, “Desde la lejanía”. Aunque la soledad a veces puede sernos muy cercana, siempre pienso en ella como desde la lejanía.

Muchas gracias por tu comentario
Un beso
Marichuy

beatriz trello dijo...

joder con perdón...justo cuando me vengo abajo me acerco a tu blog y leo esto...que razón tienes jodía...sigue con esa fuerza, besos